Si el sol entra a tu casa y le pega a algún mueble, seguramente con el tiempo le causará algún daño irreparable.

Debemos actuar antes de que sea demasiado tarde.

Para los muebles de piel:

Deberás protegerlos contra manchas constantemente, la protección ayuda en dos formas:

1. Evitar que las manchas penetren lo suficiente para que se convierta en un problema quitarlas.
2. Re-lubrica la piel y la mantiene bien hidratada y en casos de exposición al sol, esto es muy necesario y debe ser constante.

Recuerda que la piel se reseca con el sol y esto puede causar no sólo pérdida de color, sino que se pueden llegar a formar hasta grietas.

Existen pieles protegidas, semi-protegidas o no protegidas, asegúrate de saber que tipo de piel tienes en casa, si no lo sabes, con gusto un asesor nuestro te lo puede indicar.

Procura limpiarlos y protegeros cada 6 meses y nunca uses agua o jabones sobre la piel.

Si tus muebles ya están dañados, existe la posibilidad de teñirlos, sin embargo este proceso se puede hacerse sólo si la piel no está muy dañada y perderán un poco la textura, por lo que el mejor consejo es prevenir y no lamentar.

Lo mejor es cerrar las cortinas en horas donde les de directamente el sol.

Para muebles de tela:

La exposición a sol en tela suele hacerles perder el color y como apagar el vivo de los tonos. Por supuesto hay telas mucho más sensibles que otras a los daños, pero todas deberán ser protegidas.

Telas con mezclas de acrílico, poliéster y/o nylon suelen ser una mejor opción a la hora de escoger la tela para tu sala, comúnmente estas telas puedes buscarlas como "suede" este material es uno de mis preferidos, al tacto es una imitación del ante o gamuza, tiene una sensación suave y aterciopelada, es un material resistente al sol y relativamente fácil de lavar.

Si tu sala es de fibras naturales, incluyendo algodón, lana, seda, lino, etc. evita al máximo que tengan mucha exposición al sol y manténlas protegidas limpias y protegidas siempre.

En horas y lugares donde el sol es más intenso es mejor procurarles sombra con cortinas o colocándolos siempre donde menos se expongan.

Los colores intensos como el azul marino, rojo, etc. tienden a ser más susceptibles al sol.

Siempre procura lavar y proteger tus muebles si no puedes cada 6 meses, por lo menos cada año.